El turismo nacional ha conseguido aliviar la temporada alta de un verano todavía lastrado por la reducida llegada de turistas extranjeros, que apenas alcanza la mitad de lo registrado en el verano previo a la pandemia. 

Así lo pone de manifiesto el informe ‘El turismo en el verano de 2021’ elaborado por la Consultora Estratégica de Comunicación Stratego, que analiza la evolución de las cifras totales de viajeros y pernoctaciones en el conjunto de alojamientos turísticos del país, incluidos hoteles, turismo rural, apartamentos, campings y albergues, en los meses de julio y agosto. 

El conjunto de los alojamientos turísticos superó los 27,1 millones de viajeros, un 73,6% más que en 2020, si bien se quedaron un 19,3% por debajo de las cifras de 2019. En cuanto a las pernoctaciones, rozaron los 99,3 millones, un 85,8% más que el año anterior, aunque un 26,7% menos que antes de la pandemia. Sin embargo, estos descensos globales con respecto a los niveles previos a la Covid-19 esconden comportamientos muy dispares según la procedencia de los turistas. 

En concreto, los alojamientos turísticos han recibido este pasado verano más de 19 millones de visitantes residentes en España, que no solo suponen un 53,1% más que el verano pasado, sino que también superan en un 11,2% a las cifras del mismo periodo de 2019. En cuanto a las pernoctaciones de residentes, se dispararon un 58,7%, hasta superar los 62,3 millones, un 11,3% más que antes de la pandemia. 

El turismo extranjero, en cambio, sigue lejos de su nivel previo. El número de viajeros registrados en alojamientos turísticos alcanzó los 8,1 millones, mucho más del doble que el año pasado (153,1% más), pero todavía está un 50,9% por debajo de la cifra de 2019. Lo mismo ocurre con las pernoctaciones, que se elevaron hasta casi los 37 millones, un 61,5% más que el año anterior, aunque aún supone una caída del 53,5% con respecto a 2019. 

Baleares es la comunidad autónoma con mayor crecimiento del número de viajeros y pernoctaciones de residentes en España en comparación con 2019: un 31,1% y un 27,7%, respectivamente. No obstante, su elevada dependencia del turismo extranjero hace que sus datos globales todavía estén muy por debajo del año previo a la pandemia (-36,4% y -42%). Galicia, con un incremento del 29,3% de los viajeros; País Vasco, con un 23,1% más; y Cataluña, con una subida del 20,9%, son las comunidades que registran más viajeros residentes que en 2019. 

Por el contrario, Madrid y Extremadura son las únicas regiones que todavía no han conseguido recuperar el turismo nacional ni en viajeros ni en pernoctaciones. 

En cuanto al tipo de alojamiento, se observa que el tirón del turismo nacional ha permitido alcanzar cifras récord en ciertos establecimientos. La mayor subida corresponde a los albergues, con un 137,2% más de viajeros y un 41,4% más de pernoctaciones que en 2019, aunque sigue siendo el sector más minoritario. 

Los alojamientos de turismo rural han registrado un verano histórico con más de 4,1 millones de pernoctaciones, un 2,3% más que en 2019, aunque el número de viajeros se ha quedado ligeramente por debajo de aquel año (-1,5%). Por su parte, los campings han superado los 3,6 millones de viajeros, un 0,9% que antes de la pandemia, si bien las pernoctaciones todavía están son un 6,7% inferiores que entonces. 

Los establecimientos que aún no han recuperado los niveles previos a la pandemia, pese a la fuerte recuperación de este verano, son los hoteles y los apartamentos turísticos, dada su mayor dependencia del turismo extranjero. Los hoteles han rozado los 19 millones de viajeros y los 61 millones de pernoctaciones, pero estas cifras muestran caídas del 24,5% y el 32,5%, respectivamente, con respecto a 2019. En el caso de los apartamentos, los descensos son del 19,6% y el 28,1%. 

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