Aviso: este post está repleto de spoiler. Y no podía ser de otra manera cuando vamos a hablar de grandes series de televisión en las que se puede analizar y aprender cómo aplicar una estrategia tanto a nuestros proyectos como, de forma más concreta, a nuestra comunicación.
La Real Academia Española señala tres acepciones para la palabra estrategia:
- Arte de dirigir las operaciones militares.
- Arte, traza para dirigir un asunto.
- En un proceso regulable, conjunto de las reglas que aseguran una decisión óptima en cada momento.
Es esta última acepción la que nos interesa. La estrategia como mecanismo que nos permite tomar la mejor decisión en cada momento para alcanzar un objetivo concreto. Esto implica varias cosas a tener en cuenta:
- Para tener una estrategia tenemos que tener un objetivo.
- Para aplicar una estrategia tenemos que tener una metodología, mecanismos para llevarla a cabo.
- Para que la estrategia tenga éxito debemos disponer de una planificación que incluya la metodología, los tiempos para desarrollarla y el objetivo a alcanzar.
En los últimos años tenemos la suerte de contar con grandes series de televisión con complejos guiones en las que sus protagonistas aplican intrincadas estrategias para alcanzar sus objetivos. Series que dejan atrás los personajes planos y las situaciones simplistas de buenos y malos para trasladarnos a escenarios cambiantes donde cada decisión puede cambiar el final previsto. Aquí hablaremos de 7 de ellas. Sí, vale, son mis 7 favoritas.
El Ala Oeste de la Casa Blanca
Esta serie emitida entre 1999 y 2006 no está entre las más conocidas en nuestro país, seguramente porque se adelantó al tiempo del consumo masivo de series y porque en España se retransmitió de madrugada, pero fue el primer gran proyecto de un creador hoy mundialmente reconocido como es Aaron Sorkin.
‘The West Wing’ retrata durante sus 7 temporadas el trabajo de los asesores más cercanos del presidente de Estados Unidos. Así, el espectador asiste en primera persona a un gran número de conflictos y las estrategias tanto políticas como de comunicación que se aplican para su resolución. Muchas de ellas, por cierto, aplicables hoy en día a la comunicación política e institucional.
Por su agilidad narrativa, por ese estilo de conversación en movimiento (‘walk and talk’), por sus personajes en más de 2 dimensiones, por plantear situaciones muy cercanas a la realidad… la incluyo sin dudar entre las mejores series de la historia y quizá sea la mejor a la hora de estudiar estrategias de comunicación aplicadas a la comunicación institucional.
Borgen
Se trata de una de las series más citadas en los últimos tiempos en nuestro país aunque no son tantos los que han disfrutado de esta serie danesa que actualmente cuenta con tres temporadas y que se estrenó en 2010. Y se cita tanto en España porque refleja una situación política con muchos paralelismos con lo que sucede en nuestro país: una situación de bloqueo político, ingobernabilidad, enfrentamientos personales que hacen imposible el acuerdo… En Borgen al final es un partido minoritario el que logra gobernar al ser el que menos rechazo suscita, y por eso tantas veces da la impresión de que Albert Rivera se postula como aspirante fallido a Birgitte Nyborg.
En esta serie se desarrollan estrategias de comunicación política y también de comunicación institucional para tratar de capear complejas crisis, teniendo a los responsables de comunicación como actores principales a lo largo de todo el guión. Y se ve, además, desde los dos puntos de vista: el que gobierna y el que está en la oposición, puesto que a lo largo de la serie su protagonista se verá en ambos papeles.
House of Cards
La serie de Kevin Spacey estrenada en 2013 y que acaba de presentar su cuarta temporada también se refiere al mundo de la política norteamericana, aunque con una visión muy alejada de ‘El Ala Oeste…” Si en la primera nos encontramos a gente que intenta hacer las cosas de la mejor manera posible, en este caso estamos ante unos personajes amorales dispuestos a todo para alcanzar sus objetivos.
A cambio, seguramente sea el ejemplo más claro del desarrollo de una estrategia. Arranca con la decepción de su protagonista, un enorme Frank Underwood, tras quedarse fuera del reparto de sillas, por lo que que dedica una noche entera a diseñar una compleja estrategia para alcanzar lo que cree que se merece. Y las dos primeras temporadas reflejan paso a paso el desarrollo de ese plan.
Se trata de una estrategia política que también cuenta con una potente planificación de comunicación supeditada a la consecución de cada uno de sus pasos. Desde el uso de la filtración (recordemos su relación con la periodista que tan mal acaba) a la gestión de la comunicación pública (espectaculares en este ámbito los episodios dedicados a la ley de educación y la huelga).
En la cuarta temporada las ideas de Fran Underwood (Kevin Spacey) se ven amenazadas por un rival inesperado que le iguala o supera en capacidad estratégica… su mujer (Robin Wright).
The wire
Dejemos la política a un lado y volvamos al mundo real. En este caso a un mundo sórdido, cínico y deprimente, como es el de los bajos fondos de Baltimore. Ése es el escenario de ‘The wire’, otra de esas series que ha triunfado entre los cinéfilos españoles pero que no han llegado al gran público.
En las 5 temporadas de esta serie estrenada en 2002 se abordan distintos temas, siempre con el tráfico de drogas y el trabajo policial (o su ausencia) como telón de fondo. Corrupción política, educación, tráfico de personas… todo contado con un trasfondo pesimista en el que los policías protagonistas asumen de forma recurrente que son peones de una guerra que no pueden ganar.
En la quinta temporada los agentes rompen la baraja y cambian las reglas del juego. Para ello ‘Jimmy’ McNulty y Lester Freamon, diseñan una estrategia de comunicación que les permite salir de una situación cíclica y dar la vuelta a la tortilla aprovechando la falta de moralidad y profesionalidad de un periodista. La filtración como método para influir en la opinión pública y cambiar la visión -o al menos la actitud- de sus propios jefes.
Mad Men
Estrategia, marketing y comunicación son tres de los ingredientes de ‘Mad Men’, una serie estrenada en 2007 y que terminó tras 7 temporadas y una escena final de esas que permanecen en el recuerdo.
Nos habla del mundo de la publicidad en Nueva York en los años 60, con todo lo que ello conlleva en términos sociales (machismo, alcohol en el trabajo, racismo…). En términos de estrategia, vemos tanto estrategias empresariales –con una empresa que se reinventa cada pocos años a través de fusiones, refundaciones, asociaciones estratégicas…- como de un marketing en el que Don Draper ya entiende que son las emociones las que venden (“lo que llamas amor fue inventado por tipos como yo para vender medias”).
Deja grandes lecciones de estrategia y comunicación (no hay más que recordar cómo gestionan su crisis con la empresa tabaquera), especialmente de marketing, y una frase aplicable a todos los ámbitos de la comunicación estratégica: “Si no te gusta de lo que se habla, cambia de conversación”.
La sabiduría de Don Draper en 40 frases
Breaking Bad y Juego de Tronos
Aunque en estos casos la estrategia es puramente empresarial (en el primer caso) y política (en el segundo), no podían faltar en este listado dos de las series de culto del mundo actual.
Breaking Bad, con sus 5 temporadas, se ha convertido rápidamente en un clásico, un referente para los amantes de las series de televisión. Con sus estrategias empresariales (gestión de la oferta y la demanda, apuesta por la calidad del producto, aparentar mayor tamaño del que se tiene en realidad y alianzas estratégicas) logran convertir un pequeño negocio de venta de drogas en un enorme entramado industrial en el que acaban perdiendo el control de la empresa.
5 estrategias de marketing que aprendimos de Breaking Bad
¿Y qué decir de Juego de Tronos? En las 5 temporadas que ya se han emitido desde 2011 se ha convertido en un referente de la estrategia política ampliamente estudiado por su enorme simbolismo. Uno de sus grandes valedores en este sentido es el líder de Podemos, Pablo Iglesias, reconocido seguidor e incluso coordinador del libro “Ganar o morir. Lecciones políticas en Juego de Tronos”.
Desde la primera temporada, con las malas decisiones que le cuestan la vida al protagonista, vemos que quien no tiene estrategia, tiende a perder (en este caso, a morir). Porque, como decimos en Stratego, quien se equivoca al planificar, está planificando equivocarse. Tyrion es el ejemplo. Siempre con estrategia, siempre derrotado y siempre con una salida.
No olvidemos el lema de la serie: “Cuando se juega al juego de tronos sólo se puede ganar o morir”.
