La imagen corporativa es uno de los activos intangibles más importantes para cualquier empresa. Es la forma en la que somos percibidos, nuestra tarjeta de presentación, lo que nuestra organización representa para la sociedad. No debe ser descuidada en ningún momento, y si existen errores hay que corregirlos de una manera rápida y eficaz. Cómo lo hagamos puede marcar el éxito o el fracaso del conjunto de la compañía.
Pero ¿cómo mejorar la imagen corporativa de tu empresa? En este artículo ofrecemos 6 valiosos consejos que te ayudarán a acertar.
- Autocrítica
¿Estás seguro de que la gente te ve como te gustaría? Sé sincero contigo mismo. La autocrítica no nos hace más débiles, sino que es el punto de arranque para llegar a ser más fuertes. En este sentido, y con toda sinceridad, debes hacerte la siguiente pregunta: ¿estás seguro de que tu estrategia corporativa y de marketing está reflejando la imagen que la empresa pretende transmitir? ¿Habéis sido suficientemente uniformes en el mensaje? ¿Guardan coherencia todos los factores de vuestra comunicación? Analiza aquellos puntos en los que crees que la empresa u organización está fallando y después contrástalos sin miedo, primero con trabajadores de la empresa y, después, con gente externa que conozca el producto o servicio (ver punto 2).
- Consigue feedback de tu público objetivo
A todos nos gusta que nos adulen, pero si queremos conseguir mejoras en nuestra estrategia de comunicación debemos ser objetivos y contar con una muestra representativa de nuestro público objetivo. El feedback que nos puedan dar, bueno o malo, es oro puro para la empresa. Las críticas ayudarán a corregir nuestra estrategia de imagen corporativa. Lo ideal es que el entrevistador sea una persona imparcial, por lo que recurrir a una consultora de comunicación es muy recomendable para dar en el clavo y empezar a cimentar una estrategia exitosa desde el principio.
- Honestidad
Ningún legado es tan rico como la honestidad. Esta frase de William Shakespeare es tan vigente hoy como en el siglo XVI. Los errores se perdonan, pero las mentiras, las medias verdades y la deshonestidad cuestan mucho de reparar. Además, pueden llegar a comprometer la imagen corporativa no sólo a corto, sino a medio y largo plazo. Ello debe verse reflejado en la estrategia de comunicación.
- Sé proactivo
Especialmente en periodos de crisis o recesión, la inercia nos lleva a un cierto pesimismo e inacción. Ya sea en las redes sociales, en la publicidad o en los comunicados (tanto internos como externos) sé proactivo. Anticípate a los problemas, ofrece soluciones y gestiona con asertividad las críticas. Una empresa que se esconde genera desconfianza: una que escucha y da respuestas a su público para mejorar, despierta simpatía y confianza.
- Transmite un mensaje uniforme
La incoherencia puede hacer perder adeptos y suscita confusión. Asegúrate de no transmitir mensajes contradictorios que puedan desconcertar a propios y extraños. Una buena manera es organizarse bien y nombrar a un cargo de la empresa como portavoz único. Procura también ser uniforme y emplear el mismo estilo, colores, logo y nombre en tus materiales y contenidos. Ser uniforme no significa ser inflexible, sino tener una coherencia en el mensaje, con el consiguiente impacto en la imagen corporativa.
6. Trabaja el SEO
En internet, el contenido es el rey. Las empresas que no cuidan el SEO ven como a menudo son superadas por otras con menos recursos que, de un modo menos intrusivo, consiguen fidelizar a su público objetivo a un coste mucho menor. El hecho de que aparezcas en las búsquedas orgánicas de las palabras clave relacionadas con tu sector, es impagable: convierte a la empresa en un referente, genera confianza y credibilidad, fomenta la viralidad de los contenidos que la audiencia percibe como interesantes o útiles… y atrae visitas de calidad que, con el tiempo, se pueden convertir en usuarios de vuestros servicios o productos. Las empresas que aportan valor en los contenidos de sus webs y blogs de manera no intrusiva son mucho mejor percibidas que las que quieren “venderte algo a toda costa”. Se trata de cambiar el “pan para hoy y hambre para mañana” por el “gente a la que puedo ayudar hoy, usuarios contentos y fieles para mañana”. Un cliente satisfecho se puede convertir en el mejor de tus prescriptores y en un gran aliado de tu imagen corporativa. Cuídalo. No te olvides de hacerle partícipe de tus contenidos mediante comentarios, encuestas y valoraciones de tus contenidos.
Gracias por visitar nuestro blog. Deseamos que esta publicación te resulte útil. Si aplicas y mantienes estos seis consejos para mejorar la imagen corporativa, lo más probable es que a medio plazo ya comiences a notar varios cambios en positivo. No dudes en hacer cualquier comentario o consulta, estaremos encantados de ayudarte.